
Método 3
de español
Autores:
Robles Ávila, Sara
Cárdenas Bernal, Francisca
Hierro Montosa, Antonio
Otro problema frecuente es el relativo a la variación de género y número en los cardinales que son compuestos de uno: veintiuno, treinta y uno, etc. Así, no es extraño oír expresiones del tipo *veintiún coche o *cuarenta y una escalera, en lugar de veintiún coches o cuarenta y una escaleras, que serían las formas correctas porque conceptos como veintiún o cuarenta y una son, en sí mismos, plurales.
A veces, a la confusión en la concordancia de número se añade la del género, especialmente si el nombre es femenino: *treinta y un mesas por treinta y una mesas, ya que el adjetivo determinativo también debe ser femenino. Solo se admite la forma masculina en dos situaciones:
- cuando el sustantivo femenino empieza por a- tónica, como en veintiún almas (si bien se permite veintiuna almas);
- cuando el compuesto de uno precede a mil: independientemente de que el nombre que sigue a mil sea masculino o femenino, el numeral debe presentar la forma veintiún, treinta y un… (es decir, masculina), porque es con mil con el que concuerda, no con el nombre que sigue a este: cuarenta y un mil espectadores, cuarenta y un mil mujeres (no *cuarenta y una mil mujeres).
